Es un gusto anunciarles el web cómic de un autor que yo había leído cuando estaba en preparatoria. Él es el monero Bachan y decidió continuar su tira cómica por medio de Internet y digamos que para regalarla a todos los que estén interesados en leer su trabajo.
Bulbo es un superhéroe que reside en el Distrito Federal, luchando no sólo contra el crimen que constantemente acecha a todos los chilangos, sino que también tiene que pagar la renta, el teléfono y sobrevivir a arduas tareas de la vida cotidiana como cualquier otra persona que habita en esta gran ciudad. Ya sea luchando contra el desempleo, las marchas, la toma de reforma o el simple crimen esta tira cómica tiene un humor muy pícaro que va de la mano con mucho de lo que ocurre en nuestro querido Defectuoso.
Una vez que se comienza a leer la tira, no van a poder parar. Los chistes tienen un ingenio muy jocoso notándose que de lleno este cómic está dedicado a todos los chilangos. Ya sea por el lenguaje o por los lugares en donde se lleva a cabo la acción, uno puede identificarse con nuestro extraño superhéroe que parece sacado de un cartón de focos, pues cabe recalcar… es un foco.
¿Ya les mencioné que el cómic es totalmente gratuito? Si ya lo había hecho, este es un pequeño recordatorio para que lo visiten. Se actualiza todos los días hábiles y uno que otro torpe. Así dice la leyenda en su página donde habla acerca de su autor y del cómic.
Cuenta con una sección donde por cada tira podrás dejar tus comentarios, ya sea para apreciar la tira o el trabajo del autor, o hacer cualquier chiste relacionado con lo que acabas de leer, a fin y a cabo, es un país libre, ¿o no?
Si terminan de leer el trabajo de Bachan, ahí hay un montón de links que él recomienda. Ya sean otros web cómics o sitios de interés. Checar a otros autores u otras páginas. Suena bien para pasar ese rato de ocio en la oficina o en la escuela… Por desgracia ese momento de ocio puede convertirse en falta de productividad, pues estoy seguro que cuando su tiempo se acabe se van a quedar con ganas de seguir leyendo.
No me crean y compruébenlo por ustedes mismos.
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