lunes, 24 de noviembre de 2008

Guerras, el Chavo y Cantos

¡Lo bueno!

Todos los días libramos guerras pequeñas, grandes, personales, colectivas o incluso contra nuestra propia flojera de hacer las cosas. No importa quién sea el enemigo, siempre va a haber uno. Ya sea existente, como algún jefe o profesor maldito que quisiéramos ver arder en las entrañas del mismísimo infierno, o inventado, sólo para tener algo contra qué luchar.

¿Han escuchado acerca de las guerras de comida? Ya saben, de esas que de repente es común ver volar un sándwich de crema de cacahuate o si ya se pone más agresiva la cosa, hasta bolillos duros (pobre de aquel niño que le mandaran bolillos duros de lunch). Sin embargo, ¿qué puede ser más educativo que enseñar historia con comida? No sólo se le abre a uno el apetito, sino que uno aprende sobre lo que ya ocurrió, y ¡qué mejor si se enseñan las diversas guerras a partir de la segunda guerra mundial con comida! Chéquense este video donde la guerra de comida es literalmente una guerra de comida.


Lo malo...

Recuerdo que una de las primeras canciones pesadas que me llegaron a gustar fue Chop Suey! De System of a Down. También si a esas nos vamos, recuerdo con fervor el día que conseguí mi libro del Diario del Chavo del Ocho. Todos hemos visto al chavo en acción, pero ¿qué pasa cuando juntas a System of a Down con el chavo? No creo que algo del todo bueno. Chéquenlo.


¡¿Qué Demonios?!

Pónganse en el lugar de este par de atletas. Están entrenando en el parque sus respectivas artes marciales (la cantidad de ropa utilizada es irrelevante), cuando de repente, como en la película tiburón, no se dan cuenta que algo los acecha. Poco a poco se percatan de que algo no está bien, voltean a su alrededor en busca de una respuesta y cuando la encuentran es demasiado tarde… ¡Están rodeados por un grupo que canta a Cappella! Y específicamente, la canción de Mortal Kombat. ¿¡Qué demonios?!


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